Las Diosas de la Bici

Las Diosas de la Bici, Turmequé, Boyacá, Colombia (Foto por Cortesía de Liliana Velosa.)



Ayer estuvimos explorando nuevos rumbos boyacences, durante la participación de la delegación de ciclismo de mujeres de Paipa, conformada por ciclistas de los clubes Costurero, Correcaminos y Lentejas Team, en la Travesía La Diosa de la Bici organizada por Liliana Velosa en Turmequé, Boyacá.

Esta travesía tenía la particularidad de ser una aventura organizada exclusivamente para mujeres, lo cual le dio un vuelco total a la dinámica de estos eventos deportivos en los que por lo general los hombres son los que pedalean y las mujeres son las que reciben las inscripciones, reparten los refrigerios y sirven de carro escoba.

En el evento participamos al rededor de ochenta mujeres de varios clubes ciclísticos provenientes de Paipa, Tunja, Duitama, Sogamoso, Ramiriquí, Bogotá, y por supuesto las anfitrionas de Turmequé, incluyendo a niñas de la escuela de formación deportiva de ese municipio. Ésta es una cifra alta teniendo en cuenta que por lo general éste es el porcentaje de mujeres que participa en travesías de cuatrocientas o quinientas personas.

A lo largo del mes fui testigo de la tenacidad y empuje de la organizadora del evento, que se movió no solamente para promocionar la travesía a través de medios electrónicos, sino también por medio de prensa escrita, y tuvo que aguantarse a por lo menos un par de periodistas radiales (más específicamente Caracol Radio y RCN La Cariñosa de Duitama,) desdibujando el acontecimiento de maneras que seguramente no hubieran ocurrido si se estuviera promocionando a" Los Dioses de la Bici."

Ya me hubiera gustado ver a ese par de periodistas escépticos subiendo al Páramo de Guacheneque por la trocha que cariñosamente bautizamos "El Calvario," a ver si les hubieran quedado ganas de dudar del nivel de la travesía.

El recorrido era exigente, pero no por eso el evento dejó de atender y cuidar a lo largo del recorrido a todas y cada una de las participantes para asegurar que todas pudiéramos montar bici y tuviéramos una experiencia gratificante sin importar nuestro nivel de experiencia.

El de ayer fue además un gran espacio para crear y estrechar lazos de amistad entre mujeres ciclistas de muchas latitudes, que seguramente nos seguiremos encontrando unidas por nuestra pasión por este bello deporte.

Para mí en particular, interesada en estas cosas de la teología en contexto, fue también una oportunidad de aprender a rezar el Padre Nuestro de maneras renovadas, pues las Hermanas Siervas del Santísimo, a cuyo hogar de niñas iba destinado parte del costo de la inscripción, antes de iniciar el recorrido pidieron a Dios "no nos dejes caer de la bicicleta y líbranos de todo mal," energía Divina que permitió de seguro que no hubiera accidentes que lamentar y que hasta la lluvia cooperara para que todo se llevara a cabo de la mejor manera.

Los paisajes, la atención de la gente, la comida y las dinámicas de premiación estuvieron igualmente a la altura, de tal manera que estaremos recordando a Turmequé y su travesía por mucho tiempo. Muchas gracias a Liliana Velosa por tomar el riesgo de organizar este evento, que ojalá se repita y se replique muchas veces como una manera más de apoyar a las mujeres que practicamos y queremos practicar este deporte.

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