Homenaje a LOS PUPIS

Con LOS PUPIS en la Vereda El Volcán Alto (Foto de Los Correcaminos)

El sábado pasado me levante tempranito para salir a montar, me desayuné y me puse mi uniforme, y cuando ya me iba a montar en mi bicicleta comenzó a llover. Eran las seis y quince de la mañana. 

Yo me había levantado desde las cinco y media. Si hubiera estado lloviendo a esa hora seguro hubiera dado media vuelta para seguir durmiendo. Pero cuando empezó a llover ya me había alistado para rodar y sabía que si me devolvía era probable que no volviera a mi cama, así que me monté y salí a encontrarme con mis compañeros ciclistas en la esquina de siempre, a cinco kilómetros de mi casa.

Cuando llegué sólo estaba Don Anato, que también vive lejos y que seguramente había alcanzado a salir de su casa antes de que empezara la lluvia. Esperamos un rato y llegaron otros dos compañeros sin mucha esperanza de que aparecieran más, y dando señales de querer devolverse para la casa.

Yo le mandé un mensaje de texto a una compañera preguntándole donde estaba y me contestó que en su cama arrunchada con el perro. Allí supe que probablemente había perdido la mojada, y que tendría que regresar a casa sin haber realmente realizado una rodada.

En eso apareció William con su bici y me dijo: 

--Hace rato no hacemos la de los tintos.

Yo le dije que no la conocía, y él de inmediato sacó su celular y comenzó a mandar mensajes de texto. A los pocos minutos llegaron Ricardo, Leonado, y un compañero nuevo que preguntó por qué salíamos a montar con lluvia. 

A los tres amigos mencionados les dicen cariñosamente LOS PUPIS, porque siempre salen a montar por rutas exigentes, de manera que se les considera los élites del equipo. 

--Esos que van a querer salir a montar conmigo, pensé. A ellos les gusta darse garra y contar los vatios que gastan subiendo grandes cuestas. 

Ya me veía yo aburrida dando media vuelta para volver a mi casa cuando William me dijo: 

-- Entonces que, Adriana. ¿Nos acompañas? 

Recordé la enseñanza reciente de mi profe: "Hay que buscar experiencias nuevas para aprender cosas nuevas," y respondí:

--Pues si, que carajo, al fin y al cabo ya estoy empapada.

Al oírme decir esto Ricardo se alegró de una manera que no me esperaba. Estaba genuinamente contento de que los acompañara.

El recorrido fue exigente, tal como se esperaba. Generalmente en estos casos la belleza del paisaje es directamente proporcional a la dificultad de la ruta, y esta vez no fue la excepción. El frío calaba los huesos, pero al mismo tiempo era vigorizante. 

Los PUPIS fueron geniales porque superaron todas mis expectativas: ni se dieron ínfulas de entrenadores de ciclismo -- como pasa por lo general cuando hay una sola mujer pedaleando en un grupo de hombres -- ni se comportaron como si uno no existiera -- que es por lo general el mismo comportamiento pero llevado al extremo opuesto. Por el contrario, ellos pedalearon conmigo como una persona más del grupo, dejándome ir a mi ritmo pero sin quitarme el ojo, pendientes pero no sobre-protectores o queriendo tener control.

Al llegar a la cima me dijeron: 

--¡No nos podemos quedar sin la foto pal artículo! refiriéndose a este blog, cosa que también me sorprendió (Los PUPIS leen mi blog!!) y hasta me ofrecieron ideas para el título.

Les dije: 

-- Quiero titularlo "Mamá, estoy triunfando!" por que no todos los días se puede uno tomar fotos con LOS PUPIS en la cima de la montaña.

Ellos ofrecieron algunas otras opciones muy graciosas que por ahora prefiero dejar en la reserva del sumario. Cuando terminamos las fotos, comenzamos el camino de retorno. El tinto que nos tomamos en la tienda no ha sido el mejor de todos, pero con ese frío me calló de perlas y me dio energías para regresar a casa.


Me alegro de haber decidido montarme en la cicla esa mañana a pesar de la lluvia (lo que por lo general siempre es una decisión correcta.) De otra manera me hubiera perdido de vivir una nueva experiencia y de la oportunidad de estrechar lazos de amistad con los tan temidos PUPIS, a quienes dedico este escrito con cariño en señal de agradecimiento.