Cómo Inflar las Llantas de Tu Bicicleta

Despinchando. Paipa, Boyacá (Foto de Adriana Cabrera Velásquez)



Parece un tema ridículo que no tendría por qué merecer una entrada de blog, pero he visto con estos ojos que observan el mundo, cómo compañeros que llevan años montando bici no tienen ni idea de inflar las llantas de su caballito de acero.

También he visto compañeras que, aunque portan inflador en sus bicicletas, no saben cómo usarlo y no preguntan porque les da miedo parecer inútiles o ignorantes ante un tema tan básico. Como no existen preguntas tontas, aquí les va la guía de cómo inflar las llantas en unos pocos pasos.

1. Asegúrate de tener el inflador correcto para el tipo de válvula que usan tus llantas. Existen dos tipos principalmente: La Schrader, que es la más gruesa y la que usan también los neumáticos de carros y motos; y la Presta o francesa, que es la más delgada y tiene una rosca que permite la entrada y salida del aire. 

Ambos tipos de válvula son buenos. La Schrader (válvula gorda) tiene la ventaja de que virtualmente todas las estaciones de gasolina y todos los manómetros de carro le servirán a tus llantas, así que en la carretera tendrás más opciones de inflar y calibrar la presión de tus llantas así no tengas inflador portátil. 

La válvula Presta (válvula fina), por su parte, necesita un inflador y un manómetro específico, y yo particularmente no he encontrado todavía una tienda que me venda un manómetro para válvula Presta que no venga pegado a un inflador de piso (el cual no mide la presión de tu llanta sino la presión que sale del inflador, o dicho en otras palabras, no sirve para nada.) La Presta, sin embargo, previene mejor las fugas de aire y es más fácil de inflar, así que tendrás tu llanta templada por más tiempo.

2. Desenrosca el protector plástico de tu válvula y si tienes Presta desenrosca también la tuerquita metálica (y fresca que esa no se cae.)

3. Revisa la presión que debe tener la llanta de tu bici (esta información se encuentra en la parte lateral de las corazas.) Generalmente para llantas MTB debe ser entre 30 y 50 libras por pulgada cuadrada (psi por sus siglas en inglés.) Generalmente para MTB no se dejan las llantas super templadas, porque eso hace que reboten al encontrar obstáculos en vez de asumir las imperfecciones del terreno. También generalmente la llanta de atrás debe ir más templada que la de adelante. (En otra ocasión hablaré más detalladamente sobre la presión adecuada que deben tener tus llantas según tu peso.)

4. Conecta la cabeza del inflador a la válvula. Generalmente hay una palanca que debe estar cerrada al incrustar la cabeza en la válvula y después se abre para asegurar que ésta no se mueva durante el proceso de inflar la llanta. Pon la mano que no está inflando al rededor de la cabeza del inflador para evitar que se mueva al bombear. Si al inflar sientes que se filtra el aire, desconecta y vuelve a conectar hasta que no escuches escapes.

5. Infla la llanta un bombazo a la vez. Es más efectivo un bombazo calmado y con ritmo que muchos bombazos acelerados, que pueden más bien terminar dañando la válvula. 

6. Cuando tengas la llanta más o menos inflada al calibre que la quieres, cierra la palanca de la cabeza del inflador para liberarla de la válvula, revisa la presión con el calibrador y ajusta, ya sea sacándole un tris de aire si te pasaste, o volviéndole a echar unos cuantos bombazos más si todavía estás por debajo. ¡Y Ya! ¡Llantas infladas!

Si tú eres de las personas que aprende mejor viendo que leyendo, acá te dejo el vídeo sobre el tema.





Comentarios

Entradas populares