Tomad y Comed

                     
Parada de Refrigerio. Camino a Piedra de Moler. Sotaquirá, Boyacá (Foto de Adriana Cabrera Velásquez)


Ayer me encontré con unas amigas en un prestigioso café de Paipa y cuando ellas entraron me estaba comiendo un delicioso sándwich estilo cubano. Como ya es común en estos días, recibí algunos comentarios sobre cómo había bajado de peso después de que empecé a montar en bicicleta, y cómo ahora que me hacía un promedio de 100 kilómetros a la semana podía darme el lujo de comerme ese emparedado.

La verdad es que a uno sí le dan ganas de comer mucho y de todo cuando empieza a montar bici. Eso es así porque el cuerpo consume muchas calorías y requiere de más nutrientes para soportar el esfuerzo, pero la cosa tampoco es tan desaforada y si uno quiere mantener la salud sí hay que medir qué se come, qué se toma y cuando.

Hoy me llegó un artículo de la revista Bicycling de los Estados Unidos sobre el tema que quiero comentar en esta entrada:

Lo primero que hay que tener en cuenta es que es más importante hidratarse y comer bien durante la rodada que tomarse un galón de agua y comer como un maniático después de montar. Un ciclista élite amigo mío recomienda un sorbo de líquido cada cinco minutos y un bocado de algo de comer cada quince (bocadillo, barra de granola, maní etc.) para no llegar a la meta descompensado (o simplemente, no llegar a la meta.) 

Un refrigerio después de llegar no está nada mal (queso con bocadillo o granola con yogurt son mis favoritos), y por supuesto es indispensable no saltarse las comidas, así que ¡Ojo con aquellos que salen a montar en la madrugada sólo con un tinto! El cuerpo nos da pistas sobre lo que necesitamos: si uno llega a la meta de mal genio o completamente exhausto probablemente no comió ni bebió lo suficiente durante el trayecto.

También es importante que si la rodada es de más de una hora, la caramañola lleve algo más que sólo agua: puede ser un jugo de frutas, una bebida hidratante, o un preparado de suero oral, que hace lo mismo que las bebidas hidratantes y cuesta una cuarta parte del precio (yo compro sobres de suero que hacen un litro de preparado por $800 pesos en la droguería de la esquina.) Unas horas después de montar, es bueno seguir tomando líquido, aunque de nuevo, no hay que hacerlo de a galón por vez, sino más bien de a poquitos y seguido.

Y lo más importante: A todos nos gusta una cerveza bien fría después de montar, pero esa no cuenta ni como reconstituyente ni como hidratante. Siempre hay que acompañarla con unos sorbos de agua y no abusar de su consumo, pues en exceso lo que causa es todo lo contrario: deshidratar el cuerpo. 




Comentarios

Entradas populares